La Fundación Mapfre acoge la obra del fotógrafo sueco Christer Strömholm (1918-2002), una amplia retrospectiva que se puede visitar en la Sala Recoletos.
“No podemos fotografiar la experiencia ajena”, afirmaba en una ocasión el sueco Christer Strömholm (1918-2002). La frase evoca la peculiar concepción de la fotografía de quien plasmó lo que le rodeaba en imágenes en blanco y negro, reflejando tanto su agitada biografía y su frenética actividad personal como su irrenunciable complicidad ante el sufrimiento humano y la complejidad de la existencia en general. Esa mirada compasiva y discretamente humorística de la vida dio lugar a una obra absolutamente singular y de inconfundible estética.
Aunque su relevante aportación a la renovación del lenguaje fotográfico fue tardía (en 1968, cuando en el Moderna Museet de Estocolmo se presentó su exposición “Nueve segundos de mi vida”), está considerado como una indiscutible referencia de la fotografía contemporánea. Ahora esta amplia muestra y sus ciento cincuenta fotografías -casi todas copias tanto de época como de exposiciones antiguas, con material de archivo adicional-, presenta un recorrido por todos los momentos clave de su extraordinaria producción, desde su participación en el grupo alemán “Fotoform”, a principios de los años cincuenta, hasta los ensamblajes de objetos encontrados de su etapa final, pasando por sus múltiples viajes por el mundo, su fotografía callejera y sus retratos de artistas. Es posible visitarla hasta el 5 mayo de 2024.
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