España no solo predica veranos en la costa, sino que la península cuenta con excelentes destinos para disfrutar de descanso en entornos y parajes idílicos. Entre ellos, Finca la Desa, en Miajadas, en plena “dehesilla” extremeña.
Situada a quince minutos de Trujillo, este complejo está contribuyendo a situar a Extremadura en el mapa turístico gastronómico. Con vistas a la sierra de Montánchez y con uno de los atardeceres más bonitos de España como telón de fondo, puedes sentarte a disfrutar en su espaciosa terraza de las propuestas de su nueva carta de temporada con recetas que aúnan tradición y modernidad. Su bodega, así mismo, cuenta con una oferta vinícola de más de 200 referencias nacionales e internacionales de primer nivel.
Mucho más que un punto gastronómico en un mapa, su ubicación en plena “Ruta de la Plata” destaca en medio de la naturaleza, rodeado por una gran variedad de árboles, olivos, palmeros, encinas, pinos, naranjos o limoneros. Sus jardines y varios huertos (que alimentan parte de la cocina km 0 que elabora) dotan a este hotel del encanto de un oasis de desconexión inmejorable, con poco contacto -si es que así se desea- más que el de aves como la cigüeña negra, la grulla o la garza.
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