Corre el año 1978 cuando la mano de Javier Simorra alumbra su marca homónima: SIMORRA. Javier aprende el oficio directamente de su padre, tomando conocimiento y aspiración a partes iguales, ayudándose de talento y magia para darle vida y formar su propia firma. La base de su recorrido está en una propuesta bien definida: crear prendas actuales y cercanas a la moda prêt-à-porter del momento siempre con un cuidado excepcional en los detalles.
En el 2006, la marca entra en una nueva etapa de crecimiento y proyección con la incorporación de una nueva dirección creativa. La llegada de Eva Dimas y Victoria Mitjans alumbra el nuevo SIMORRA, señalando a los tejidos como vehículo de expresión y futuro del prêt-à-porter de alto nivel.
El transcurso de todos estos años consolida a la firma en la industria de la moda española como una de las más valoradas y apreciadas; una de esas firmas que, todo aquel que tiene la oportunidad, disfruta por ver desfilar en la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid. Esta temporada no iba a ser la excepción.
La colección de SS25 "The Space Between" nace inspirada en el concepto japonés del "Ma", celebrando la belleza del espacio vacío y su capacidad para evocar emociones profundas. Una propuesta creativa en la que se rinde homenaje a los espacios, las pausas, los silencios y las palabras no dichas como elementos capaces de promover la creatividad y la reflexión. "El exceso de luz ciega, el exceso de ruido ensordece. Es en los momentos de pausa donde sucede la más profunda y personal creatividad. Es en los vacíos donde nos permitimos imaginar libremente".
Los tejidos utilizados en la colección permiten que ciertos aspectos del diseño tan sólo se sugieran, creando así un delicado equilibrio entre lo visible y lo oculto. Cada prenda tiene una narrativa propia, y es ahí donde reside la magia de los diseños. Tejidos como la gasa abambulada con cintas, el guipur geométrico, la organza plisada, el denim trabajado y los bordados 3D son utilizados para crear efectos visuales que juegan con la luz y la sombra, aportando profundidad y movimiento a las prendas. Los colores indefinidos, como el amarillo Panna Cotta, el Cosmetic Pink y el ver de Deep Emerald, contrastan sutilmente con los tonos de azul marino (Midnight Blue) mientras el blanco y negro reflejan la transición natural entre el espacio lleno y vacío.
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